"Un maestro rococó postindustrial, Kris Kuksi ordena obsesivamente los personajes y la arquitectura con un exquisito sentido del drama. En lugar de piedras y conchas, usa soldados de plástico gritando, bloques de motor en miniatura, torres elevadas y escombros variados para formar sus paisajes terrestres. El conflicto político, espiritual y material dentro de estos santuarios se representa bajo la mirada tranquila de deidades remotas y estatuas augustas. Kuksi logra
evocar, a la vez, un santuarioun mausoleo para nuestro espíritu sofocado ".
Guillermo del Toro
